Pasando por los parajes de aquella ciudad
se me inhiben los poros
para no morir
y no evocar los recuerdos de antaño.
Memorias de tu ser
evaden mi escapatoria,
recuerdo, la caótica lucha de la sombra sin temor
cuando se ha de venir aquella historia
que lánguida se destroza lentamente
en aquel retazo de amor.
Inevitables tramos
encaminados por los pasos tenebrosos,
guiados por la angustia
a lo largo del reloj de otoño
perdido en el viento.